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Algunos opinan que el Product-Led Growth es inherentemente incompatible con las estrategias dirigidas por las ventas y el marketing más tradicionales. Pero lo que esta nueva estrategia implica es una actualización del papel de marketing, ventas y soporte, mucho más alineado con el uso que los clientes hacen del producto.

Las empresas de crecimiento impulsado por el producto (Product-Led Growth, PLG) renuncian a gastar grandes sumas en actividades tradicionales de marketing y ventas. En su lugar, dependen del propio producto para abastecerse de un flujo de usuarios satisfechos que se conviertan en clientes de pago.

Según los defensores de crecimiento impulsado por el producto, cuando el camino inicial hacia el mercado se centra en la capacidad de un producto para venderse solo, los ganadores son únicamente los visionarios de producto, no los veteranos líderes de ventas que empujan un producto obsoleto.

Para mí, esta visión se acerca demasiado a la mentalidad de «si lo construyes, los clientes vendrán» como para sostenerse por sí misma.

Ayudar Viaje Cliente

El cambiante papel de marketing y ventas

Porque tener grandes características de producto no hará nada por el crecimiento de nuestra empresa si el público no sabe que las tenemos (o si no son capaces de acceder y usarlas eficientemente).

Por eso PLG no quiere decir que las empresas impulsadas por el producto puedan prescindir de marketing o ventas sino que requiere de equipos de ventas y marketing eficaces. ¿De dónde, si no, vamos a sacar esa masa inicial de usuarios satisfechos que dispare los bucles de retención, monetización y viralidad?

Aunque el freemium y los bucles virales constituyen una gran fuente de adquisición de clientes muchas veces esos bucles no se mantienen o necesitan de una energía de activación. Los canales más tradicionales de marketing (contenidos generados por la empresa, medios pagados, prospección directa), aunque tengan un comportamiento más lineal, pueden iniciar y mantener vivo ese movimiento inicialmente.

Una vez que el visitante se ha inscrito, se convierte en un Lead Cualificado por el Producto (Product Qualified Lead, PQL) que llega a experimentar el valor del producto de primera mano. PQL es una estrategia que utiliza el uso del producto como indicador clave de a quién dirigirse con intervenciones de marketing o ventas. La aparición de los PQL se ha visto impulsada por la aparición de productos en régimen de autoservicio y la relativa fiabilidad de los datos de uso como indicador de intención.

Eliminar fricciones y expandir el uso del producto

El crecimiento liderado por el producto no es anti-ventas Pero en una empresa impulsada por el producto, las ventas tienen un enfoque consultivo que se parece más al Éxito del Cliente que a las Ventas tradicionales. A los usuarios finales les encanta nuestro producto y están felices de pagar por él. Hay que eliminar la fricción y ayudarles a expandir el uso dejando que el producto lidere, mientras que Soporte, Éxito de Clientes y Ventas le siguen.

El papel del vendedor cambia. En lugar de centrarse tanto en suministrar de información y en empujar los productos, el vendedor se convierte en asesor de las necesidades individuales del cliente. Dado que el cliente tiene la capacidad de probar el producto por sí mismo, un vendedor puede ayudar a conectar lo que hace el producto, cómo lo usan otros y cómo puede atender inmediatamente sus necesidades. Los vendedores identifican qué barreras afronta el cliente y cómo eliminarlas. Las ventas se convierten en Éxito del Cliente más que en empujar el producto.

En lugar de que Marketing pase el cliente directamente a los vendedores, los vendedores se integran en el proceso ayudando al usuario a saltar los obstáculos y a entender el valor y la oportunidad que ofrece el producto que hay detrás del muro de pago. Los equipos de Ventas y de Éxito trabajan juntos para ayudar al cliente a involucrarse y tener éxito con el producto. Todos son responsables del éxito de ese cliente, sólo le escoltan en diferentes partes de su viaje.

Si el valor de la vida de un cliente es “pequeño” -digamos inferior a 10.000 €- probablemente se necesita un motor de marketing de “bajo contacto” con canales de venta de autoservicio cuando sea posible. El marketing de contenidos, la creación de marca, la venta social y la automatización de procesos tendrán que ser los pilares del crecimiento de nuestro negocio.

Al otro lado del espectro, las ventas a la empresa requieren un equipo de ventas y de gestión de cuentas con experiencia.

Cada vez más, los vendedores transicionarán hacia un papel diferente para soportar un enfoque de “aterrizar y expandirse”. Vendrán después de que su producto haya colonizado una compañía para ayudar a cerrar un acuerdo corporativo. Pero la compañía ya ha optado por el producto en ese momento: el producto se aseguró de ello.

Las experiencias personalizadas venden. La tecnología permite ahora la personalización instantánea y a escala. Basándose en los datos recogidos en el proceso de onboarding, los productos pueden ofrecer contenidos relevantes y opciones predeterminadas inteligentes que reducen la fricción y muestran las características que harán que los clientes lleguen a su «momento ajá» más rápido y que presenten un caso convincente sobre por qué están utilizando la herramienta adecuada para el trabajo.

El SaaS impulsado por el producto automatiza el éxito del cliente dentro del producto. Tradicionalmente, las compañías de SaaS han abordado el éxito del cliente con un enfoque de alto contacto, centrándose en las revisiones periódicas y las llamadas de coaching. Claramente eso no escala: los productos SaaS más grandes necesitan equipos de Éxito cada vez mayores para salvar la brecha entre la inscripción y el éxito. Esto ha sido aceptado como una necesidad costosa, especialmente en ofertas complejas.

El SaaS impulsado por el producto está optimizado para retener a los clientes independientemente de si Soporte al Cliente interviene o no: en lugar de ello, el enfoque se centra en unos flujos de trabajo más sencillos, en poner al usuario en el centro y en el enfoque online. Cuando el Soporte al Cliente funciona con piloto automático dentro del producto, hay más para gastar en características y mejoras imprescindibles. Y, publicar las características imprescindibles puede tener exactamente ese efecto precisamente: productos que crean hábitos.

En el próximo post hablaremos de cómo combinar el crecimiento impulsado por el producto con las distintas modalidades de ventas.

El post “¿El Product-Led Growth necesita marketing y ventas?” se publicó primero en “Marketing & Innovación”.

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El marketing de amplio espectro y el marketing enfocado no son incompatibles, sino sinérgicos, y se refuerzan mutuamente. La combinación se puede modelar como un “funnel de dos pistas” en el que los potenciales clientes siguen diferentes trayectorias dependiendo del nivel de interacción más adaptado a sus necesidades y a su valor para nuestro negocio. La clave está en encontrar el mix óptimo de estas dos estrategias.

Una mala comprensión de los conceptos de generación de demanda tradicional y basada en cuentas nos puede llevar a pensar que son incompatibles en una empresa dada. Pero la verdad es que no lo son (y en tiempos de crisis probablemente estamos obligados a compaginarlos), por varias razones.

Tu negocio es bipolar

Muchas empresas tecnológicas, sobre todo las basadas en un producto estándar, tienen dos corrientes de ingresos:

  • La generada por la venta del producto estándar: especialmente si el precio del producto no es muy alto suele tratarse de operaciones con ingresos moderados pero bajo coste de venta y de entrega. Es una corriente que produce beneficios con la repetición.
  • La proveniente de proyectos singulares basados en el producto pero con unos componentes importantes de adaptación, desarrollos complementarios, personalización e integración: son operaciones con ingresos altos pero que requieren altos costes de venta (mucha dedicación de vendedores especializados) y de entrega (servicios profesionales).

Son corrientes de ingresos que se prestan respectivamente a una generación de demanda tradicional (marketing de “amplio espectro”) y al Account Based Marketing (enfocado). Por lo tanto, en este tipo de negocio es natural combinar ambos enfoques.

Funnel de dos tracks

Los dos enfoques se refuerzan mutuamente

Una generación de demanda tradicional sin un componente de foco en cuentas clave puede ser ineficiente y lenta cuando se trata de vender en esas cuentas estratégicas, prioritarias para nuestro negocio (que pueden no acabar “cayendo en la red” nunca). Pero un marketing centrado exclusivamente en un conjunto de cuentas nominadas nos puede hacer ignorar otras que encajan en nuestro perfil de cliente ideal y pueden estar buscando activamente soluciones como la nuestra pero que no encontraron hueco en nuestra lista de empresas objetivo.

Un marketing de amplio alcance puede conseguir atraerlas y, en ese momento podremos identificarlas e incorporarlas a nuestro procesos de marketing centrado en cuentas, dándoles un tratamiento prioritario. Por otro lado este marketing tiene un efecto positivo en la construcción de marca, lo que a su vez redunda en una mayor eficacia de los demás canales, entre ellos la venta personal.

En realidad, la generación de demanda tradicional y la basada en cuentas se refuerzan mutuamente:

  • La generación basada en cuentas, por su menor tiempo para conseguir resultados, puede proporcionar al principio el dinero y las referencias que pueden impulsar nuestra generación de demanda amplia.
  • La generación de demanda tradicional, una vez que el efecto flywheel empieza a funcionar, puede proporcionarnos la escalabilidad, la visibilidad y el alcance exhaustivo de los que la filosofía enfocada carece, potenciando nuestra marca, incrementando nuestro conocimiento en el mercado y la adquisición de potenciales clientes.

Para cada negocio hay que encontrar el mix óptimo de ambas filosofías que mejores resultados proporcione.

Generación de demanda tradicional + enfocada en cuentas = fábrica de clientes

A mi modo de ver la mejor manera no es utilizar dos funnels independientes (uno para la generación de demanda tradicional y otro para la generación basada en cuentas) sino integrar ambas filosofías en un único funnel con varios puntos de entrada, procesos intermedios y puntos de salida (diversos flujos o “tracks”), como se ilustra en la figura.

En el Top Of The Funnel (TOFU) tenemos dos mecanismos básicos de adquisición: la prospección esencialmente outbound sobre las cuentas nominadas en los segmentos prioritarios y la atracción eminentemente inbound de leads del mercado potencial más amplio.

En el Middle Of The Funnel (MOFU) lo primero que tenemos que realizar es una cualificación: en ella se puede revelar que alguna cuenta captada mediante prospección enfocada no cumple los requisitos en cuanto a perfil, necesidad, presupuesto, etc. como para invertir recursos caros en su expansión y es más eficiente incorporarla a unos procesos de cultivo automatizados y más baratos (p.ej., secuencias de email).

Por el contrario, podemos descubrir que un lead entrante tiene un carácter estratégico y posee un potencial que le hagan merecedor de un “tratamiento VIP” prioritario, con mayor dedicación de recursos (inside sales, vendedores sobre el terreno) para desarrollar la relación con la organización cliente aplicando los procesos típicos de Account Based Marketing. En ambos casos (cultivo automatizado y desarrollo de alto contacto de la relación) el objetivo es que el cliente esté dispuesto a comprar de nosotros, generando una oportunidad de venta. Para gestionar el proceso los leads y cuentas en nuestro funnel deben ser evaluados continuamente mediante procesos de scoring  y analítica de cuenta que midan su grado de involucración con nosotros, su cercanía a una situación de compra y la influencia que ejercemos sobre ellos.

En el Bottom Of The Funnel (BOFU) tenemos la gestión y cierre de las oportunidades de venta, que cuando son de pequeño volumen resulta más eficiente realizar mediante canales baratos y a veces automatizados (compra en autoservicio online, inside sales) y que cuando pueden alcanzar cifras relevantes probablemente van a exigir una venta de “alto contacto” (con vendedores especializados, ingenieros de ventas para realizar demos, PoCs y pilotos, etc).

Paralelamente, en cualquier etapa debemos disponer los medios y estimular la recomendación y la referencia por parte de los (potenciales) clientes que están en nuestro funnel hacia aquellos que todavía no nos conocen o no están involucrados con nosotros.

Probablemente cualquier empresa debería plantearse implementar una “fábrica de clientes” como ésta, con todos sus procesos y componentes, aunque dependiendo de su situación y mercado específicos deberá poner más énfasis (y presupuesto) en un flujo u otro.

El post “Combinando marketing de amplio espectro y marketing enfocado” se publicó primero en “Marketing & Innovación”.

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El marketing de amplio espectro y el marketing enfocado no sólo se diferencian en su target, objetivo, nivel de personalización y coste. Son enfoques que están indicados en escenarios muy diferentes.

Uno de los movimientos más notables de los últimos años en cuanto a filosofías de marketing se refiere es el que se da entre los enfoques de marketing de “amplio espectro”, que se dirigen a una audiencia amplia, y los más “enfocados”, que se concentran en un conjunto definido de clientes estratégicos.

El marketing de amplio espectro se materializa en los enfoques de generación de demanda tradicional que se venían practicando hasta hace unos años y tienen como principales representantes al Lead Generation & Management y al Inbound Marketing. El marketing más enfocado se implementa últimamente mediante Account-Based Marketing (ABM).

Las diferencias entre la filosofía de marketing “amplia” y la “enfocada”

Las diferencias entre ambos enfoques se resumen en la siguiente tabla:

marketing-amplio-enfocado-1

Cuándo usar una filosofía y otra

La decisión de usar un marketing más amplio o más enfocado depende de factores como el precio del producto, el número y tipo de clientes potenciales, la complejidad de la compra o la urgencia por conseguir resultados.

Cuándo usar Lead Generation and Management

El enfoque más “tradicional” de generación de demanda está indicado en las siguientes circunstancias:

  • Producto barato: cuando el precio de los productos y servicios es bajo no puede compensar los grandes costes asociados a las filosofías basadas en la personalización y un alto contacto humano, de modo que los enfoques de amplio espectro y bajo contacto están más indicados.
  • Número potencial de clientes muy alto: cuando hay muchos potenciales clientes puede funcionar el “juego de grandes números” y el foco en la cantidad que caracterizan al modelo tradicional. Teniendo en cuenta los bajos ratios de conversión en este tipo de funnel, sólo si existe mucha materia prima podemos acabar cerrando un número suficientemente grande de clientes.
  • Gran variedad de escenarios, sectores y aplicaciones de uso (algunos, incluso, impredecibles para el propio proveedor): si hay mucha dispersión en cuanto a escenarios de uso resulta más difícil enfocarse y es más útil tender una red muy amplia.
  • En el mercado hay búsqueda y conversación social acerca de los problemas que resolvemos y las soluciones que proporcionamos: de este modo nuestro contenido “magnético” resultará más encontrable y compartible y será más fácil atraer a nuestra audiencia.
  • No hay urgencia por conseguir resultados: especialmente los enfoques inbound tardan tiempo en proporcionar resultados debido a que requieren construir autoridad online, enlaces entrantes, seguidores sociales, etc. para que empiece a funcional el flywheel. No obstante, un uso táctico de técnicas outbound (p.ej., publicidad en buscadores o social) puede acelerarlos al principio.
  • Compra no compleja: cuando el comprador es el mismo usuario y no se realiza una compra por comité basta con gestionar contactos aislados en el cliente y no es necesario realizar el mapeado de participantes y la expansión en la cuenta, imprescindibles en escenarios de compra compleja.
  • Queremos construir un flywheel de marketing, con dinámicas de realimentación que se autorrefuerzan: especialmente cuando se basa en tácticas y canales orgánicos el marketing construye activos (contenidos, enlaces, suscriptores, seguidores, recomendaciones…) cuyo efecto perdura en el tiempo y se acumula, sustentando y potenciando el resultado de las nuevas actividades.

Cuándo usar Account-Based Marketing

El ABM debe ser aprovechado cuando se dan las siguientes circunstancias:

  • Producto caro: sólo cuando el precio de nuestros productos y servicios es alto puede compensar la alta personalización y el contacto humano mediante personal especializado de este enfoque: (típicamente, esto ocurre a partir de unas decenas de miles de euros, pero puede variar mucho en función de los procesos y plazos de venta).
  • Necesitamos resultados rápidos: cuando no podemos esperar a que nuestros clientes ideales “caigan en la red” es necesario ir detrás de ellos e involucrarlos directa y activamente.
  • Los potenciales clientes no buscan activamente o no participan en la conversación social sobre los problemas que resolvemos y las soluciones que proporcionamos: en ese caso es difícil que nuestros contenidos se compartan, se amplifiquen y sean más encontrables. Esto es habitual en el caso de productos innovadores, que toman nuevas formas o satisfacen nuevas necesidades (como alguien dijo una vez, “hay productos que los clientes no saben que los necesitan hasta que no los usan”). También es frecuente en el caso de aquellos usuarios que, teniendo un problema, están satisfechos con el statu quo. A la hora de tomar esta decisión, por tanto, es importante considerar a qué solución estamos intentando desbancar o sustituir.
  • Necesitamos llegar a un target muy concreto, reducido e identificable: cuando nuestro mercado objetivo se compone de un pequeño número de empresas identificables, con escenarios de uso muy concretos, intentar atraerlas con enfoques de amplio alcance conlleva un uso muy ineficiente de recursos. Es mejor intentar abordarlas directamente.
  • El crecimiento dentro de la cuenta es un motor de negocio: cuando las renovaciones o las ventas cruzadas en diferentes departamentos son una fuente relevante de negocio, el enfoque basado en cuentas -por su alcance de funnel completo y su foco específico en la expansión dentro de la cuenta, está especialmente indicado.
  • Compra compleja: cuando hay que comercializar a centros de compra, no sólo a un individuo, y los ciclos de venta son largos (meses e incluso años) resulta imprescindible el componente de mapeado y desarrollo de la relación a varios niveles que incorpora el enfoque centrado en cuentas.

En el próximo post analizaremos cómo combinar las filosofías de marketing amplia y enfocada.

El post “Marketing de “amplio espectro” y marketing “enfocado”: ¿cuándo usar cada uno?” se publicó primero en “Marketing & Innovación”.

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Cuando nos creemos que ya disponemos del “manual del marketing” para una época, los cambios en los comportamientos y preferencias de los clientes, la disponibilidad de nuevos canales y herramientas y la enorme presión por optimizar la función comercial nos fuerzan a constantes cambios de paradigma. En los últimos tiempos hemos ido oscilando repetidamente en un espectro de interrupción-atracción, medios pagados-ganados, generalidad-enfoque, contacto alto-bajo y canales-producto.

El marketing es una disciplina en permanente ebullición: a los nuevos usos y comportamientos de los clientes se añaden nuevas tecnologías que emergen continuamente y fuerzan a verdaderos cambios de paradigma. Después de unos años de evolución hacia filosofías de marketing menos intrusivas y más basadas en la atención y el permiso de los clientes, representadas por el marketing inbound, muchos opinan que este enfoque tiene problemas de ineficiencia y predictibilidad y hay una tendencia a volver hacia los orígenes outbound mediante el Account Based Marketing.

Efectvamente, una de las dimensiones en las que más se ha percibido estos cambios de paradigma en el marketing es en el predominio de un enfoque más outbound o inbound, que ha evolucionado como un péndulo oscilando (casi) de un extremo al otro.

En los próximos posts analizaremos esta evolución, veremos en qué se diferencian y cuándo son aplicables estos enfoques y justificaremos por qué nuestra filosofía de marketing debe ser una mezcla personalizada y optimizada de ellos.

En el principio fue el Outbound

Al principio de los tiempos el marketing estuvo muy ligado al desarrollo de los medios de comunicación masivos y era outbound, basado en la interrupción y usaba medios propios y pagados (tiendas propias, publicidad, telemarketing…). En una situación donde las marcas tenían todo el poder y los clientes eran meros receptores y consumidores (en muchas ocasiones, cautivos), el flujo de información era unidireccional, de marcas hacia clientes, y habitualmente no solicitado por estos. Esos mismos clientes tenían que soportar que los anunciantes les interrumpieran durante sus actividades cotidianas con mensajes y contenidos totalmente egocéntricos, centrados en las propias marcas y sus productos, y raramente valiosos o interesantes.

Hágase la luz: y se hizo el Inbound

Durante los primeros años del presente siglo era evidente que la situación estaba cambiando. Como anticiparon los autores del visionario “The Cluetrain Manifesto” (ya sabéis, “los mercados son conversaciones”), entrábamos en una época de hartazgo con ese marketing outbound e intrusivo cada vez más irrelevante. Y no era sólo un cambio de disposición de los clientes. Diversas tecnologías (filtros de SPAM, bloqueadores de publicidad) les ayudaban a eliminar esos mensajes mientras que otras (buscadores web, medios sociales, contenido generado por los usuarios) les permitían acceder a información, opiniones y valoraciones sobre todo tipo de proveedores y productos.

La asimetría informativa cambió de lado y ahora era el cliente el que decidía cuándo y cómo recibir información sobre un producto, información que la mayoría de las veces no provenía del propio proveedor. En este nuevo contexto crecieron técnicas como el SEO, el marketing social y el marketing de contenidos, y empresas pioneras como HubSpot acuñaron el término de Inbound Marketing como un nuevo enfoque basado en conseguir la atención de los clientes y su permiso para seguir comunicándose con ellos. Su mantra de “Get found online” expresaba la idea de que las empresas deben ser visibles y encontrables allí donde los clientes buscan y hablan sobre las soluciones a sus problemas. Y dio lugar a un gran cambio de paradigma en el marketing, mucho más basado en los contenidos valiosos para el cliente (“magnéticos”) y los medios ganados y propios, que ha sido el dominante hasta hace unos pocos años.

Una vuelta del péndulo: Account-Based Marketing

Pero no todo era de color de rosa en el inbound marketing. Además de ser lento (no produce resultados inmediatamente) e impredecible, en muchos casos es francamente ineficiente porque no podemos predeterminar quién va a ser atraído por nuestros programas y campañas y estos consumen recursos para traer potenciales clientes que no están en nuestro mercado objetivo (“leads no cualificados”). Y, lo que no es menos importante, a medida que las marcas han ido adoptando el marketing inbound, sus tácticas (contenidos, SEO, social) han experimentado una saturación y se han hecho menos eficientes. Algunos han asimilado este tipo de marketing “de amplio espectro” a pescar tendiendo una red muy amplia, que acaba capturando pescado de todo tipo de especies y tamaños, con el consiguiente desperdicio.

Por eso desde principios de la segunda década de este siglo se viene impulsando la idea del Account-Based Marketing, una manera de abordar el mercado muy enfocada, que se centra en un conjunto reducido de cuentas prioritarias. Ya no se trata de tender una red, sino de ir detrás de las piezas importantes armados con arpones. Es un marketing principalmente outbound, que recurre a la interrupción y usa medios propios y pagados, pero que es muy personalizado e incorpora tácticas típicas del inbound como los contenidos valiosos y centrados en el cliente.

Como veíamos aquí, el foco en cuentas seleccionadas es algo que los vendedores han practicado desde tiempo inmemorial, la diferencia es que ahora los nuevos procesos y herramientas de marketing permiten implementarlo de manera escalable, eficiente y totalmente integrada con ventas. Este enfoque minimiza el desperdicio de recursos y suele ser mucho más rápido en la generación de resultados. Como inconveniente, al estar basado en una alta personalización y un contacto muy cercano a los clientes mediante personal caro (vendedores) suele tener un coste por cuenta trabajada bastante alto.

Y una vuelta más: Product-Led Growth

Recientemente ha cobrado mucha relevancia la filosofía conocida como Crecimiento Impulsado por el Producto. Consiste en convertir al producto en nuestro principal canal de adquisición, retención y monetización de clientes, alineando alrededor de éste a toda la organización. El Product-Led Growth propone desarrollar productos que esencialmente “se vendan solos”.

Aunque no es (únicamente) un enfoque de marketing, en el ámbito de la adquisición de clientes el Crecimiento Impulsado por el Producto se suele basar en ofertas gratuitas (prueba, freemium) que reduzcan la fricción de entrada en el producto y en bucles virales impulsados por los propios usuarios. Éstas son técnicas con un alcance bastante amplio, basadas en la atracción y en medios propios y ganados, que asemejan a esta filosofía a los enfoques más inbound. Pronto dedicaremos al Product-Led Growth una serie de posts.

En el próximo post hablaremos de las diferencias entre las filosofías “amplia” y “enfocada” del marketing y dónde están más indicadas una y otra.

El post “El péndulo Outbound – Inbound” se publicó primero en “Marketing & Innovación”.

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El enfoque flywheel representa nuestro crecimiento mejor que el funnel porque refleja la influencia de una base de clientes satisfechos que nos recomienda, en un proceso circular que alimenta ese crecimiento.

Seguimos hablando del modelo flywheel, un enfoque para el crecimiento que deja atrás la visión lineal del funnel tradicional y tiene en cuenta la creación de inercia, impulso y realimentación en el proceso.

En el modelo basado en funnel, los clientes (esa gente que tanto nos ha costado atraer, convertir, cerrar y satisfacer) son un output, o el último paso. Esto puede inculcar en muchos profesionales de marketing y ventas la idea de que una vez que un prospect se ha convertido en cliente su trabajo ha terminado.

Por ello, el funnel no tiene en cuenta cómo esos clientes pueden ayudar a mejorar nuestro crecimiento. En su lugar, el funnel es un viaje que se produce una sola vez y al final se pierde su “energía”.  El funnel pone una enorme cantidad énfasis en el marketing y los clientes se olvidan y quedan estancados en su fondo. Pero eso es lo contrario de lo que debería pasar.

Los clientes satisfechos generan un efecto flywheel

En cualquier negocio próspero, especialmente en uno que ha escalado a partir de una startup, los clientes son el componente más importante de un ciclo continuo que involucra recabar su feedback sobre nuestras prestaciones, mejorar el servicio, conseguir negocio recurrente y aportar la fuente más poderosa de nuevo negocio: la legendaria recomendación boca a boca.

El flywheel representa un proceso circular donde nuestros clientes alimentan el crecimiento. Pone a nuestros clientes en el centro de todo, haciendo que nuestras actividades realmente estén centradas en ellos.

funnel vs flywheel

En otras palabras, en lugar de que los clientes salgan del funnel y no volvamos a verlos, podemos usar su impulso como promotores para ayudar a atraer y cautivar a la siguiente ronda de clientes, y así una y otra vez. Idealmente, se trata de un ciclo perpetuo de satisfacción y recomendación del cliente que trabaja a nuestro favor para mantener a esa rueda girando.

Una vez que reconocemos el verdadero valor de nuestros clientes podemos cambiar nuestros esfuerzos de marketing para incorporar más recomendación de clientes, programas de referencia y otros métodos para conseguir que nuestros clientes trabajen para nosotros, lo que -además de ser más eficaz- es mucho más barato que atraer tráfico totalmente nuevo que probablemente sabe muy poco o nada sobre nuestro producto o servicio.

El impulso del flywheel está determinado por tres elementos principales:

El peso del disco

Con un volante físico cuanto mayor es su masa mayor es su inercia y más difícil es de parar. En nuestro modelo de crecimiento el peso es una gran cantidad de clientes satisfechos que construyen nuestra reputación y marca y generan una recomendación que aporta valor en nuestros segmentos. La forma de crear esa masa de de clientes satisfechos es mediante una excepcional experiencia de servicio al cliente, específica de nuestro modelo de negocio. Pero no sólo se trata de aumentar la cantidad de clientes: si aumentamos su “densidad”, consiguiendo que adopten más de nuestros productos o incrementando su involucración, también aumentará su impulso y nuestro crecimiento.

La velocidad con la que le hacemos girar

La velocidad en el modelo flywheel tienen que ver con el número de «empujones» que le damos. ¿Cuánto contenido está publicando nuestro equipo de marketing? ¿Cuántas campañas y programas estamos realizando? ¿Qué canales estamos usando para alcanzar a los prospects? ¿Cuántos leads estamos trayendo? ¿Cuántos clientes satisfechos estamos generando? Y, sobre todo, no olvidemos: en un modelo funnel toda la fuerza se aplica en atraer y adquirir clientes; en un flywheel también aplicamos fuerza para satisfacer a esos clientes y hacer que tengan éxito. Y asegurémonos de que todos nuestros esfuerzos van en la misma dirección; el alineamiento es crucial.

La fricción

La fricción es cualquier cosa que impide que nuestro volante gire libremente y tome velocidad. Reducir la fricción consiste en asegurar que nuestros clientes siguen satisfechos y mantener alineados nuestros esfuerzos. Si un mal rendimiento en ventas está frenando el impulso de marketing, o si un servicio defectuoso está dañando la retención de unas ventas que son tan difíciles de ganar, o si en general hay una mala coordinación y alineamiento entre marketing, ventas y servicio, nuestro flywheel se verá obstaculizado y  nuestro negocio sufrirá. Los silos, los traspasos y la especialización crean fricción. Por el contrario, cuando todo está alineado nuestros esfuerzos serán sinérgicos y nuestro flywheel se mantendrá rodando.

La gente de Hubspot propone el siguiente proceso para optimizar nuestro modelo flywheel:

  1. Entender nuestro flywheel, las inversiones que estamos haciendo en cada etapa y cómo medimos su éxito o fracaso (métricas).
  2. Examinar las “fuerzas” (actividades y programas) que actualmente mueven a los clientes a través de las siguientes etapas de nuestro  flywheel y rediseñarlas para maximizar la satisfacción y la recomendación.
  3. Identificar los puntos de fricción entre nuestros clientes y nuestra empresa y los puntos de traspaso entre equipos internos que afectan a la experiencia del cliente y realinear dichos puntos de fricción para servir mejor a los clientes.

En conclusión: favorece el impulso y la realimentación en tu crecimiento

En el anterior post y en éste hemos explicado cómo considerar el crecimiento y los procesos de marketing y ventas como algo lineal y que termina cuando conseguimos al cliente es un error que os puede llevar a decisiones equivocadas.

La estrategia de crecimiento tiene que tener en cuenta la inercia y la realimentación del proceso y gestionarlas y fomentarlas adecuadamente:

  • Los procesos comerciales no son lineales, sino que se producen fenómenos de realimentación a varios niveles.
  • Hay que generar y cultivar nuestros “activos de crecimiento”, sean estos nuestra marca, activos online (contenidos relevantes, autoridad, comunidad…) o clientes satisfechos que constituyen los cimientos sobre los que basar nuestro crecimiento y generan una inercia y una realimentación positiva.
  • Resulta imprescindible reducir la fricción en el viaje del cliente y para ello hay que alinear nuestra organización siguiendo este nuevo paradigma.

El post “Enfoque flywheel para el crecimiento: impulso y realimentación (2)” se publicó primero en “Marketing & Innovación”.

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El funnel no representa nuestro modelo de crecimiento porque no refleja los activos que hemos construido y que impulsan ese crecimiento. El modelo de flywheel ilustra mejor el comportamiento del marketing digital, donde las tácticas y canales se realimentan mutuamente, produciendo un círculo virtuoso que se autorrefuerza.

Llevamos mucho tiempo quejándonos de que el funnel no es un modelo adecuado para representar nuestra actividad comercial. Y esto es verdad por muchas razones (que cubrimos aquí), aunque el funnel realmente tiene utilidad como “sistema de inventario de nuestra fábrica de clientes”.

Hoy volvemos a criticar el funnel porque no  acierta a representar una característica de nuestras actividades de crecimiento en general y muy especialmente del marketing digital orgánico: su comportamiento basado en la inercia y la realimentación, como un flywheel (volante de inercia).

FlywheelUn volante de inercia o volante motor es un elemento mecánico pasivo que aporta a un sistema una inercia adicional de modo que le permite almacenar energía cinética. Cuando el volante está inmóvil hay que comunicarle mucha energía parar que empiece a girar, pero una vez que ha alcanzado velocidad la energía cinética que ha adquirido hace que se siga moviendo incluso si dejamos de impulsarlo.

Algunos proponen (entre ellos notablemente HubSpot) que el modelo de funnel debe ser abandonado y sustituido por una analogía de flywheel ya que el funnel no considera los activos que hemos creado: contenido valioso, enlaces a nuestro sitio, seguidores sociales y, por supuesto, clientes que recomiendan nuestra marca, y que nos ayudan a impulsar nuestro crecimiento.

En este y el próximo post analizaremos esta idea desde dos puntos de vista:

  • El marketing digital, y especialmente el orgánico, tiene un comportamiento flywheel
  • La satisfacción de nuestros clientes como fundamento del efecto flywheel.

El marketing digital, y especialmente el orgánico, tiene un comportamiento flywheel

Siempre se ha dicho que el marketing, para que funcione, debe superar una “masa crítica”: que si invertimos poco no se alcanza una mínima presencia, notoriedad de marca, percepción favorable en el mercado, etc. necesarias para mantenerse y funcionar y, como consecuencia, paradójicamente estaríamos invirtiendo demasiado ya que desperdiciaríamos el dinero gastado.

En el nuevo marketing digital, especialmente el orgánico, este fenómeno es mucho más evidente y se asemeja mucho al funcionamiento de un flywheel, tal como explica Rand Fishkin en “Building a Marketing Flywheel”.

Cuando empezamos con el marketing digital a ganar los primeros enlaces, conseguir los primeros rankings, publicar esos contenidos que realmente funcionan para abordar el mercado, lograr los primeros suscriptores vía email, obtener los primeros seguidores en medios sociales, etc. es tan difícil que realmente dan ganas de empezar a comprar anuncios y olvidarse de todo este enfoque orgánico…

Pero cuando la rueda empieza a girar el esfuerzo necesario es menor y con un mínimo impulso ésta gira más rápido. Esto es así porque en el marketing orgánico estamos construyendo activos (contenidos, enlaces, suscriptores, seguidores, recomendaciones…) cuyo efecto perdura en el tiempo y se acumula, sustentando y potenciando el resultado de las nuevas actividades.

  • En creación de contenidos si sistemáticamente publicamos contenido valioso e interactuamos con nuestra audiencia podemos construir relaciones a través de ese contenido y convertirnos en un recurso de referencia en nuestro mercado. En esa situación cuando publicamos nuevo contenido nuestra audiencia interactúa con nosotros, nos cita y difunde, contribuyendo a este efecto multiplicativo de la publicación.
  • En SEO, cuando empezamos a ganar enlaces y a construir fidelidad en los visitantes aumentamos nuestra autoridad de dominio y nuestra reputación e influencia en la web, lo que hace más fácil nuestro SEO. Llega un momento en que publicamos un post e inmediatamente aparece en la primera página de resultados de los buscadores y empieza a captar nuevas visitas y enlaces.
  • En medios sociales cuando ganamos fans y seguidores nuestra influencia y autoridad social sube y es más probable que la gente vea, comparta y apoye nuestro contenido y así llegue a todavía más gente.
  • En email, cuando la gente habla de nosotros y somos más visibles hay más público que se apunta a nuestras listas de correo, nuestros ratios de apertura y clic aumentan y con ellos nuestra entregabilidad mejora.

En realidad, todas las tácticas y canales se realimentan mutuamente, produciendo un círculo virtuoso que se autorrefuerza como el de la siguiente figura.

flywheel marketing digital

Todo este enfoque consiste en crear inercia y aprovecharse del impulso. Si no hay impulso no hay flywheel. En el post, Rand Fishkin explica las tres reglas críticas para tener éxito en el marketing flywheel:

  1. Estar dispuestos a invertir más recursos y durante más tiempo que en tácticas que no son flywheel. SEO es el ejemplo perfecto: ganar ranking y construir autoridad es un gran reto pero con el tiempo se va haciendo cada vez más fácil y ésta es la razón por la cual los que están dispuestos a invertir en el largo plazo suelen derrotar a los que no lo están.
  2. Estar dispuestos a experimentar y a aceptar el fallo. La planificación tradicional, en la que se dedican unos recursos para obtener unos resultados predefinidos, puede matar muchas iniciativas que buscan impulsar el flywheel. ¿Qué ocurre si esos primeros tipos de contenido o actividades sociales que estás probando no tienen éxito al principio? Muchas veces esas tácticas y canales se abandonan por completo y no se buscan opciones.
  3. Aprender a descubrir el flywheel en todas las tácticas y canales. El flywheel no es exclusivo del marketing orgánico. Tácticas como el retargeting o el PPC (a través de la progresiva mejora en el quality score) se benefician de la creación de un impulso. El branding es otro ejemplo clásico: cuanto más conocida, respetada y preferida es nuestra marca, mejor funcionan todos los otros canales.

En el próximo post hablaremos de la satisfacción de nuestros clientes como fundamento del efecto flywheel.

El post “Enfoque flywheel para el crecimiento: impulso y realimentación (1)” se publicó primero en “Marketing & Innovación”.

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Para que nuestros mensajes de marketing sean relevantes y susciten la acción es imprescindible centrarlos en cómo resuelven los problemas de los clientes, en por qué deberían estos trabajar con nosotros y en darles razones para acometer el cambio. Además, hay que crear una arquitectura de mensajes que no sólo hable a nuestros segmentos objetivo, sino a los diferentes perfiles de compradores y acerca de los resultados que desean alcanzar.

Seguimos describiendo algunos principios esenciales para llevar a cabo una gestión estratégica de mensajes de marketing en productos de compra compleja, a fin de que estos sean más relevantes para nuestros clientes.

Empieza por el “por qué”

Hablamos mucho de que nuestros mensajes deben estar “centrados en el cliente” pero a la hora de la verdad nuestros sesgos internos nos traicionan y nos quedamos en el terreno de las intenciones. Para centrarnos en los clientes tenemos que enfocarnos en “por qué” hacemos lo que hacemos.

Razón para Cambiar

Partir de un posicionamiento (posición objetivo) bien definido

La posición de un producto significa su ubicación frente a sus rivales en los mapas mentales que los clientes construyen para representar el rango de posibles soluciones a sus problemas o, dicho de otra manera, cómo queremos que nuestros potenciales clientes piensen y sientan sobre nuestra oferta. Tener definida una posición objetivo para nuestros productos, sea en el contexto de una categoría establecida o con un enfoque más disruptivo, nos da una visión clara del destino que queremos alcanzar con nuestros mensajes. Esto significa trabajar no sólo a nivel de la imagen general de marca, sino también de los distintos segmentos y personas de clientes.

Utiliza el “por qué” como núcleo de tus mensajes

Simon Sinek popularizó en su libro “Start with Why” la idea de que para tener éxito las empresas tienen que empezar con un “por qué”: ¿por qué existe la organización? ¿cuál es su propósito?. Una vez contestada esa pregunta podemos pasar a los siguientes círculos concéntricos: el “cómo” (¿cómo hace lo que hace?) y el “qué” (¿qué es lo que hace y cuáles son los productos y servicios que proporciona?).

Del mismo modo, el enfoque para construir una historia debe empezar por la pregunta ¿por qué un cliente debería seleccionarnos? Y en general la gente no descubre y compra un producto por sus características, sino porque les soluciona un problema y les proporciona un valor haciéndolo. Y, como sabemos, ese valor depende de los resultados funcionales, emocionales, económicos y de toda índole que el producto es capaz de entregar.

Los compradores de negocio quieren “que los entiendan” y valoran a los proveedores que demuestran una comprensión de sus problemas y que pueden expresar claramente cómo resolverlos. Los mensajes que se centran en las capacidades del proveedor y que simplemente hablan de su empresa y productos –sin conectarlos explícitamente con los problemas que los compradores quieren resolver- no suscitan esta confianza.

Reorientar nuestros mensajes desde lo que hacemos hacia por qué deberían elegirnos y los resultados que los decisores clave quieren conseguir requiere un foco decidido en los problemas de los clientes. Pero hacerlo crea una profunda conexión emocional y racional con nuestra audiencia que puede orientar las decisiones a nuestro favor.

Da a tus clientes una razón para cambiar

Hagamos del statu quo un lugar incómodo donde estar para los clientes. Si analizamos nuestros informes de oportunidades cerradas lo más probable es que “el cliente no hace nada” sea la principal razón de una operación perdida. Y no nos tiene que sorprender: poner de acuerdo a seis o más personas para acometer un cambio es generalmente difícil.

Tenemos que demostrar a los clientes por qué cambiar ahora es posible y no debería ser pospuesto. El statu quo es una fuerza poderosa y los implicados dentro de la empresa cliente van a resistirse a los cambios que introduce nuestra solución. Ni siquiera un perfecto alineamiento entre las preocupaciones de la audiencia y lo que aportamos hará que los decisores se comprometan si no les demostramos por qué tienen que actuar ya.

Por eso los mensajes eficaces son aquellos que encuentran la intersección entre lo que ofrece la empresa, los problemas que diferentes tipos de clientes tienen que resolver y las razones por las que deberían cambiar lo que hacen ahora. Tenemos que enfocar nuestros mensajes en lo que los clientes quieren, por qué con los enfoques actuales no lo van a conseguir y por qué nuestra solución representa un mejor enfoque que no pueden dejar de lado, diferenciándola de los competidores y resaltando las razones para cambiar que aporta.

Para ello, tenemos que conectar los problemas de los clientes con nuestros puntos de vista, aportándoles perspectivas innovadoras y provocadoras sobre cómo resolver esos problemas de negocio específicos de su sector, segmento y rol (en un enfoque del que hemos hablado aquí repetidamente).

El ingrediente secreto de nuestros mensajes debe ser “por qué cambiar” y “por qué ahora”.

Además de mensajes go-to-market necesitas mensajes go-to-customer

Muchas veces nos conformamos con definir posicionamientos y mensajes a nivel corporativo o de segmento. Aunque esto es imprescindible, actualmente no resulta suficiente para involucrar a unos compradores cada vez más informados y autónomos.

En productos de compra compleja necesitamos complementar esos mensajes de alto nivel o de go-to-market, con otros mucho más cercanos a los compradores y centrados en el valor particular que podemos entregar a cada uno y en los resultados que podemos ayudarles a alcanzar, en lo que constituiría una estructura de mensajes go-to-customer.

Arquitectura de Mensajes

Como explican los analistas de Forrester en “B2B Marketers Must Step Up Message Management”, debemos construir una Arquitectura Estratégica de Mensajes que soporte toda nuestra estrategia de go-to-market y go-to-customer. Partiendo de los mensajes al más alto nivel corporativo y de marca, la Arquitectura incluye niveles adicionales para acomodar los mensajes detallados para las diferentes estrategias, segmentos, iniciativas y productos:

  1. Los mensajes a nivel Corporativo proporcionan una cobertura amplia, que expresa la promesa de nuestra marca y engloba a todas nuestras audiencias.
  2. Los mensajes a nivel de Segmento deben expresar las bases para un liderazgo de segmento, explicando cómo resolvemos los problemas de cada uno de ellos.
  3. Los mensajes a nivel de Decisor Clave proporcionan la base para la involucración con nuestra empresa. Los decisores clave están basados en las personas o arquetipos de los principales involucrados en la compra para cada segmento y nuestros mensajes para ellos deben explicar cómo les aportamos valor.
  4. Los mensajes a nivel de Resultado proporcionan las razones para que los clientes actúen. Estos mensajes deben construirse alrededor de las necesidades, problemas y aspiraciones específicos de los decisores clave y proporcionar la base para la conexión con nuestras capacidades y con las razones para la acción.
  5. Los mensajes a nivel de Capacidad dirigen a los compradores hacia un viaje de compra particular, explicando la manera en que nuestros productos, sus características y funciones permiten alcanzar los resultados deseados por esos compradores. De esta manera construimos credibilidad en nuestra oferta y ayudamos al decisor a recorrer su camino de compra fácil y rápidamente.

Los marketers en B2B y de productos de compra compleja deben evolucionar sus mensajes más allá de marca, slogans y elevator pitches hacia una disciplina consistente de ámbito corporativo. Una Arquitectura estratégica de Mensajes ayuda a markerting y ventas a crear, mantener y escalar consistentemente las comunicaciones con los clientes, asegurando que el proceso de desarrollo de mensajes aplica un enfoque de fuera adentro y conectando lo que hacemos con los resultados que los compradores desean en cada etapa del ciclo de vida del cliente.

El post “Mensajes de marketing que tengan significado para nuestros clientes (2)” se publicó primero en “Marketing & Innovación”.

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Nuestros mensajes de marketing, excesivamente centrados en nuestras capacidades y productos, no son relevantes para unos compradores cada vez más autónomos, informados y multicanal. Para conseguir que lo sean, lo primero es hablarles de una manera “humana”.

La mayoría de nuestros mensajes de marketing son irrelevantes e ineficaces. A pesar de las innumerables horas que nos pasamos en reuniones claustrofóficas discutiendo nuestra misión, vision y propuesta de valor, a la hora de la verdad nuestros contenidos no logran conectar con nuestra audiencia.

Conseguir que nuestros mensajes sean eficaces es cada vez más difícil

Especialmente en mercados B2B y productos de compra compleja los marketers lo tenemos difícil para que nuestros mensajes se centren en los clientes y sean relevantes, por diversas causas:

Mensaje relevante

  • Los compradores de negocio son cada vez más sofisticados. Hoy día los compradores controlan el proceso de compra más de lo que los proveedores controlan el proceso de venta. La mayoría de los compradores afirman que pueden desarrollar criterios de compra o elaborar una lista de proveedores basándose únicamente en contenido digital, y prefieren no depender de un vendedor como su fuente principal de información. Las interacciones con los vendedores ya no propician el descubrimiento, la creación de la visión y el posicionamiento de la solución como antaño, y el marketing debe crear el contenido orientado a los decisores necesario para cerrar esta brecha, so pena de acabar condenado a una compra comoditizada donde la agenda la marcan otros proveedores.
  • Debemos dirigirnos a múltiples involucrados en el proceso de compra. El número de personas que participan en una decisión de compra en B2B se ha incrementado, llegando a sumar varias docenas. Y cuando los proveedores deciden abordar nuevos sectores o roles estos números aumentan exponencialmente, multiplicando sus esfuerzos en elaboración de mensajes. Esto ha provocado que en que las organizaciones B2B ya dediquen al marketing de contenidos el triple de personal que las B2C. Además, en productos tecnológicos los marketers tienen el reto añadido de dirigirse a directivos de negocio con diferentes intereses y motivaciones que los compradores tecnológicos con los que se han venido relacionando históricamente.
  • Los mensajes en B2B continúan estancados en capacidades, características y funciones del producto. Muchos mensajes en empresas B2B mantienen una perspectiva de dentro afuera, que pone a la empresa en primer lugar. Pero un excesivo énfasis en el contenido centrado en los productos puede oscurecer su valor estratégico. Esto se agrava en empresas tecnológicas, donde la alta dirección suele pensar que la diferenciación reside en las características y funciones de los productos. Muchas veces los marketers caen en esta trampa y en sus mensajes acaban explicando lo que hacen en lugar de por qué lo hacen o quién resultará beneficiado.
  • Las nuevas tácticas de marketing digital provocan la atomización y la dispersión de los mensajes. La proliferación de canales físicos y digitales (social, email, chat…), la adopción del marketing de contenidos (y la consiguiente publicación en altos volúmenes y velocidad de todo tipo de piezas para un consumo fácil e inmediato), y el hecho de que los medios sociales convierten a todo el mundo en embajador de la marca, han aumentado el ruido y el riesgo de descoordinación y elevan la probabilidad de proporcionar un contenido inadecuado a la persona menos indicada en el momento menos oportuno.

En estas condiciones la gestión estratégica de mensajes no es una opción, sino que se ha convertido en algo obligatorio para asegurar una experiencia del cliente consistente y para alinear los esfuerzos de marketing y ventas a fin de lograr un impacto máximo en los ingresos.

La gestión de mensajes constituye una competencia y una actividad crítica en el marketing de productos de compra compleja y en éste y el siguiente post vamos a desgranar algunos de sus principios esenciales.

Sé humano

Al contrario de lo que muchos marketers B2B piensan, nuestros clientes no son robots sin corazón cuyo objetivo es maximizar alguna función de utilidad en sus decisiones de compra, sino seres humanos que responden a la emoción y el significado, como cualquier consumidor. Y, lo que es más, las empresas no compran nada: son las personas en ellas las que lo hacen.

Los marketers B2B y de productos de compra compleja tienden a ver el storytelling como un fenómeno del marketing de consumo, pero se equivocan. Todos podemos aprovechar el poder de las historias para aumentar la involucración de los clientes y crear preferencia de marca. Después de todo ¿a quién no le gusta una buena historia?

La neurociencia ha demostrado que nuestros cerebros procesan las historias de manera diferente a otros mensajes como, por ejemplo, series de datos. Activan zonas del cerebro, desencadenan la liberación de dopamina y producen mecanismos de acoplamiento y mirroring que hacen que nuestra experiencia, involucración y recuerdo sean mucho más intensos.

Las historias tienen más significado que otras informaciones porque

  • Son más memorables. Comprendemos las historias de una manera más rica y profunda que otras informaciones y se fijan a nuestra memoria y se recuerdan mejor y por más tiempo que, por ejemplo, las cifras y las listas.
  • Son más personales. Producen una sincronización con el narrador y se experimentan como si se vivieran en primera persona.
  • Son más persuasivas. Las historias hacen sentir, incitando a la emoción y la empatía. De hecho, se ha comprobado que para sembrar una idea en el interlocutor, la manera más eficaz es contar una historia en que esa idea es la mejor manera de actuar. Como resultado las historias poseen una mayor persuasión y, a veces, suscitan la acción.

En definitiva, las historias involucran nuestros cerebros a nivel intelectual y emocional. En Marketing, uno de los argumentos de historias más aplicados es el que se conoce como “Viaje del Héroe”, en el que un personaje (nuestro cliente) desea conseguir unos objetivos y se enfrenta a una serie de retos y dificultades. Con la ayuda de un Mentor (nosotros, el proveedor) que le proporciona consejo y herramientas consigue vencer esos obstáculos y llegar a la tierra de promisión donde alcanza sus metas.

Otros consejos útiles para ser “humano” en nuestros mensajes es utilizar un lenguaje cercano al cliente, desprovisto de jerga interna y que adopte la manera en la que los clientes describen sus problemas y soluciones, y escribir como hablamos, sin caer en un lenguaje demasiado elaborado, para dar a nuestros mensajes una mayor naturalidad.

En el próximo post seguiremos hablando de gestión estratégica de mensajes, incidiendo en la necesidad de centrarnos en el “por qué” deberían comprarnos y de definir una arquitectura de mensajes que acomode a los distintos compradores.

El post “Mensajes de marketing que tengan significado para nuestros clientes (1)” se publicó primero en “Marketing & Innovación”.

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Nuestro sitio web es el canal que más impacto tiene en la experiencia de nuestros clientes, por eso no podemos permitirnos un sitio deficiente. En este post identificamos las características que debe poseer un sitio web centrado en nuestros clientes.

Aunque los clientes actualmente interactúan con las marcas a través de múltiples canales y dispositivos, el sitio web es el que probablemente tiene el mayor impacto sobre la experiencia del cliente en su conjunto.

Y ello es así porque el sitio web ha pasado a ser una herramienta dinámica de involucración del cliente:

  • Los resultados de búsqueda llevan al sitio web, de modo que éste es habitualmente la primera interacción con la marca.
  • El sitio web puede realizar todas las actividades de interacción con el cliente: marketing, venta, soporte. Es difícil imaginar un viaje del cliente que no implique una visita al sitio web.
  • El sitio web es el hub de contenidos de nuestra empresa, donde originalmente se publican estos para su difusión por otros canales. Esto lo convierte en la manera más eficiente de publicar, distribuir y medir.

Sitio web

Como consecuencia, cualquier marca que aspire a competir sobre la base de la experiencia del cliente no se puede permitir tener una experiencia web deficiente. Y una experiencia web deficiente es una que está centrada en la propia empresa proveedora, no en el cliente: lo que algunos llaman un sitio web “egocéntrico”.

Señales de un sitio web “egocéntrico”

Estos son algunos indicios claros de que tu sitio web está centrado en nosotros, más que en nuestros clientes:

  • El contenido se organiza según nuestros departamentos o categorías de producto. O, lo que es peor, las páginas sobre “nuestra historia” o “nuestro equipo” están más elaboradas que las que se dedican a los problemas de los clientes.
  • El contenido es genérico, y no siempre relevante para la razón específica por la cual el visitante ha llegado ahí. A todos los visitantes se les ofrece un “menú único”.
  • La navegación está diseñada para ser lineal, no omnidireccional, y requiere demasiados clics para acceder a la información.
  • La expresión está llena de jerga, es demasiado promocional y no refleja al cliente. Llamamos a las cosas según nuestro vocabulario interno, no el que usa el mercado.
  • El mensaje de la marca y sus representaciones visuales varía según los departamentos, secciones y dispositivos. En el colmo de la inconsistencia, los nombres que Marketing da a nuestros productos no coinciden con los que usa Soporte.

Si tu respuesta ha sido “sí” a la mayoría de los puntos anteriores deberías hacer un esfuerzo para centrar tu sitio web en tus clientes.

Cómo hacer que tu sitio web se centre en tus clientes

Los siguientes consejos van más allá de los requisitos habituales de estar optimizado para dispositivos móviles o ser visualmente atractivo, que a estas alturas deberían ser características mínimas, necesarias pero no suficientes, para cualquier sitio web moderno.

Asegurar que nuestro contenido habla con una voz humana

No olvidemos que, incluso en mercados B2B y con productos de compra compleja, nos dirigimos a personas reales, no a un comité de compras en abstracto.

Para conectar con ellas es imprescindible usar narrativas, historias, relatos tipo “un día en la vida de…”, etc. Tengamos en cuenta que los humanos estamos “cableados” instintivamente para contar y escuchar historias y que ansiamos dar estructura y relato a frases aparentemente sin relación. Nuestros cerebros procesan las historias de manera diferente a otros mensajes y eso hace que los relatos involucren nuestros cerebros a nivel intelectual y emocional y tengan más significado: son más memorables, personales y persuasivos.

Es muy útil ofrecer casos y testimonios de clientes que nos ayuden a construir conexión y credibilidad. Y pensemos que formatos como el vídeo o el audio pueden conseguir una mayor involucración emocional.

Enfocarse en las empresas de los clientes y dirigirse a los problemas del sector

No hay nada que involucre más a nuestros potenciales clientes que demostrar un conocimiento profundo de esos clientes y experiencia resolviendo sus problemas. Hay que crear páginas principales que se dirijan a los puntos de dolor de los compradores.

Y afinar los mensajes para que, además de expresar un posicionamiento a nivel corporativo y de segmento, se dirijan a las personas de nuestros clientes y a cómo les podemos ayudar a alcanzar sus resultados deseados (lo que algunos llamar go-to-customer, además de go-to-market).

Incorporar contenido aportado por los clientes, comunidades de usuarios, etc. son pasos en el buen camino.

Organizar el contenido según las preguntas que el visitante quiere contestar o los problemas que quiere resolver

No podemos abrumar de entrada a los clientes con una lista de nuestros productos. El cliente puede tener una idea aproximada de cuáles son sus problemas pero raramente sabe cuál de esos productos es el más indicado para resolverlos.

Es primordial crear diferentes áreas del sitio y contenidos específicos para los diversos segmentos y personas de nuestros clientes, que den respuesta a sus necesidades y les muestren cómo alcanzar sus resultados deseados. Una buena arquitectura de información del sitio, reflejando estos criterios, es vital.

El contenido se personaliza para cada visitante según diferentes factores, incluyendo su etapa en el viaje del cliente, ubicación, o comportamiento anterior

A pesar de lo anterior, no basta con publicar “pasivamente” contenidos específicos para cada cliente y confiar en que éste va a ser capaz de encontrarlos. Es necesario dar el paso adicional de ofrecer proactivamente a cada cliente el contenido más relevante.

Para ello, las tecnologías de personalización permiten ofrecer en tiempo real el contenido más adecuado para cada visitante o categoría de visitante según diferentes factores, como por ejemplo:

  • País: idioma, cultura
  • Área: clima, eventos locales
  • Perfil: demográfico/firmográfico, psicográfico
  • Comportamiento: navegación, contenido consumido
  • Individuo particular: etapa en el viaje del cliente, involucración

Por supuesto, todo esto tiene enormes implicaciones en cuanto al procesamiento de datos personales, que habrá que implementar de acuerdo a la legislación vigente (en la Unión Europea, el GDPR o el futuro ePrivacy).

Usar el contenido para provocar conversaciones de negocio sostenibles

Por supuesto, nuestro sitio web debe ser mucho más que un “folleto electrónicp” más o menos moderno y no sólo debe informar, además debe invitar al diálogo.

Para ello debe dar la oportunidad de conectar adecuadamente con nuestros departamentos de cara al cliente (Marketing, Ventas, Soporte) mediante diversos canales: chat, teléfono, solicitud de demo… Entre otras cosas esto nos permitirá responder y estrechar la relación con aquellos leads con un nivel de intención más avanzado hacia la compra.

Algunas tácticas útiles son solicitar feedback en cada contenido o proporcionar herramientas interactivas que pueden iniciar una conversación comercial, p.ej., calculador de ROI.

La navegación debe ser intuitiva y requerir un desplazamiento mínimo y sin discontinuidades entre páginas y secciones

Un sitio web no debe sufrir las limitaciones del mundo físico donde, por ejemplo, para ir de un departamento a otro debemos pasar necesariamente por uno o varios departamentos intermedios. El sitio web debe ofrecer diversos menús y alternativas de navegación para evitar desplazamientos innecesarios y redundantes.

Usar una forma de expresarse concisa, fácil de entender y que refleje el lenguaje que usan nuestros clientes, no nuestra empresa

Es imprescindible evitar la jerga, referencias oscuras y términos complejos que podrían ser populares internamente en nuestra empresa pero que confunden a los clientes, y sustituirlos por expresiones comunes, usadas por el mercado.

Una posible vía consiste en “alejar” a los expertos internos de la elaboración de contenidos o, al menos, postprocesar lo que ellos generan para “traducirlo” al lenguaje de los clientes.

Hacer que el mensaje de la marca y sus representaciones visuales  sea consistente

Esta consistencia debe darse a través de todos los canales, secciones y dispositivos y debe expresarse como una uniformidad en marca, identidad, tono, imagen, información y operativa. Y esto es así porque al cliente no le preocupa con qué departamento está interactuando y esa consistencia es crucial para construir confianza en nuestros clientes.

Siguiendo estas iniciativas nuestra empresa no sólo proporcionará una gran experiencia web sino que estará preparada para entregar una experiencia de cliente óptima a través de todos los puntos de contacto digitales.

El post “Crea un sitio web centrado en tus clientes (no en ti)” se publicó primero en “Marketing & Innovación”.

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Para reinventar el Marketing y ayudarle a liderar la transformación digital de la empresa es imprescindible incorporar todos los datos disponibles sobre nuestros clientes y utilizar una plataforma integrada que nos permita automatizar, personalizar y escalar las interacciones con ellos.

En esta segunda parte del post (ver la primera) seguimos pasando revista a las ideas que Mohanbir Sawhney propone en su artículo “Re-imagining Marketing: A Roadmap For Transformation” para reimaginar  y transformar la función de marketing de modo que pueda liderar la transformación digital de la empresa.

Datos y analítica

En el marketing convencional dependemos de los datos transaccionales del sistema CRM para analizar a nuestros clientes. Pero estos datos transaccionales sólo nos dicen lo que un cliente hizo en el pasado, no nos dicen qué piensan o cómo se sienten ni las razones de su comportamiento.

Ahora los marketers tenemos acceso a unos datos más ricos, incluyendo datos sociales, de localización y de comportamiento online. Los datos sociales aportan contexto para las acciones de los clientes, informándonos sobre sus relaciones, intereses y opiniones. Los datos de localización proporcionados por dispositivos móviles, beacons y displays digitales interactivos proporcionan insights sobre dónde están los clientes, qué hacen y qué servicios e información específicos de la ubicación podrían gustarles. Y los datos de comportamiento online nos informan sobre qué recursos online utilizan, qué contenidos les interesan y cómo interactúan con ellos.

Integrar marketingEl poder real de estos datos se pone de manifiesto cuando los datos transaccionales, sociales, de localización y comportamiento online se combinan para crear un perfil holístico del cliente. Con esta vista de 360º de los clientes los marketers podemos crear experiencias para ellos que sean sensibles al contexto y personalizadas. (Aunque por supuesto deberemos asegurar que se salvaguarda su derecho a la privacidad y se cumplen las normativas como GDPR.)

Para crear estas experiencias relevantes para los clientes necesitamos invertir en una plataforma que combine eficazmente datos de todas las fuentes para perfilar y segmentar a nuestros clientes en tiempo real. Los clientes son objetos multidimensionales y necesitamos un sistema que permita analizarlos desde diferentes puntos de vista para conseguir una imagen completa de ellos.

(Si quieres saber si estás preparado para un marketing basado en datos te recomiendo este sencillo test.)

Plataformas y automatización

En la mayoría de organizaciones, las diversas  funciones usan diferentes plataformas tecnológicas para gestionar la interacción con los clientes. Estas plataformas suelen ser específicas de la función y el canal. Por ejemplo, nuestra función de marketing puede usar una plataforma de monitorización social mientras que nuestra función de ventas puede usar un sistema CRM. Sin embargo, este enfoque provoca recursos malgastados, una vista fragmentada del cliente y oportunidades perdidas.

En el futuro, todas las funciones deberán cambiar a una plataforma única y agnóstica respecto al canal. Este tipo de plataforma tiene módulos que se conectan, como bloques Lego, a cualquier canal y sistema de terceros utilizado en el  front office. Como resultado estas plataformas pueden automatizar la interacción con los clientes, permitiéndonos monitorizar y responder a los clientes en tiempo real.

Una plataforma agnóstica respecto al canal funciona de este modo: primero selecciona y analiza datos internos y externos sobre los clientes para inferior su intención y etapa en su viaje. Después, segmenta los clientes de acuerdo a su intención y les distribuye contenido para cultivar esa intención. Una vez que el cliente reacciona a ese contenido la plataforma mide esa respuesta, analiza si la etapa de su viaje ha cambiado y automáticamente adapta el contenido para mantenerlo en movimiento a través de su viaje.

Las plataformas de automatización de marketing permiten dar a los potenciales clientes un trato personalizado de manera eficiente y escalable, cultivando nuestra relación con ellos y realizando un scoring continuo que nos ayude a entender en qué fase de su viaje se encuentran.

Una plataforma integrada también ayuda a las empresas a asegurar su cumplimiento del entorno regulatorio y proporciona una protección añadida ante la posibilidad de una inspección (como prescribe GDPR), al documentar sus actividades de marketing. Un sistema de interacción unificado favorece la gobernanza de datos y el cumplimiento normativo.

Esta integración está ya empezando a cambiar la relación entre el marketing y otras funciones del front office. Por ejemplo, la función de marketing se está posicionando como un impulsor estratégico de los ingresos porque el valor de sus resultados se puede medir y supervisar. Como resultado,  marketing y ventas trabajan colaborando estrechamente para gestionar el pipeline y desarrollar la estrategia de adquisición de clientes.

En la tercera parte de este post seguiremos pasaremos revista a las restantes dimensiones de esta reinvención del marketing.

El post “Reinventando el Marketing (2)” se publicó primero en “Marketing & Innovación”.

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